Pasan cosas.
Un día,
un lago inexistente,
toma la profundidad de un mar en forma de amistad.
Su casa,
su Alma.
La luz se muestra honesta, humilde, sin pretensiones.
Los libros se acumulan.
El suelo cálido cruje, se mezcla lo vivido, con lo soñado.
Pequeña,
con un deseo inmenso de crecer,
el verde esperanza cada uno de sus rincones.
Me acoge.
Y como la hiedra, penetra por mi piel y se acurruca en mi.
Se confunde el espíritu de la casa con quién la habita.
Y crece el anhelo de volver.

Ufff…sin palabras ❣️
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Te quiero
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La conozco bien y comparto cada palabra. Precioso trabajo!
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Gracias guapisima. Un abrazo enorme
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Diría lo mismo que Nathalie…
Son palabras con suspiros
Gracias
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Gracias Veronique. Cuánto compartido y cuánto por compartir.
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Hola Jara, te entiendo perfectamente, nuestra casa es nuestra ciudad, nuestro país, nuestro planeta, es el lugar sagrado donde podemos descansar el cuerpo y el alma después de cada día de batalla puertas afueras. Que bonito lo describes, lograste ese suspiro en mi también. Nos seguimos leyendo desde el corazón ♥Lizet♥
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Muchisimas gracias por estar ahi y leerme desde el cariño. Un abrazo enorme
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Gracias por la gentileza de responderme, pasa un bello día, nos seguimos leyendo desde el corazón. ♥Lizet♥
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