Categoría: Cosmos
Hibernar.
«Una semilla sabe esperar. La mayoría de las semillas esperan un año antes de empezar a crecer; una semilla de cereza puede llegar a esperar hasta cien años sin dificultad.
Debe darse una combinación única de temperatura, humedad y luz, junto a otros factores adicionales, para convencer a una semilla que salte al exterior y se decida a cambiar. Para que aproveche su primera y única oportunidad de crecer»
«La memoria secreta de las hojas» H. Jahren.
Y nosotros viviendo de espaldas a la naturaleza, sus ciclos y los nuestros.
Febrero, es un surco en mi precioso círculo de vida, una incógnita, un desafío.
Mi interior está latente, a la espera de la primavera.
Hasta ahora no entendía qué pasaba y no respetaba el ciclo.
Pretendía llevar un ritmo determinado.
La necesidad de cuidado, protección y descanso,
no tenían cabida en mi mente.
He dado un gran paso,
he cubierto el surco de aceptación y cuidado,
respeto y tiempo.
Pero estamos en Febrero,
estos días mi interior se quiebra,
dolorosa e incomprensiblemente.
Pero confío en la historia de la semillas,
la naturaleza y sus ciclos.
Namaste.
Nota: En mi camino, sin importar la información que busque, siempre llego a oriente. Buscando la palabra «arar» porque así siento a veces mi corazón, totalmente descubierto y arañado por la fuerza y los deseos de la mente, encuentro este artículo «no ares la tierra» y de allí la luz de «La revolución de una brizna de paja» y cómo…
«Fukuoka habla desde la experiencia, como microbiólogo que, tras buscar la verdad en su microscopio, abrumado y tras una crisis existencial, cambia su vida por completo para volver a trabajar en las tierras de sus padres. Es la simplificación la que nos hará libres: no tratar de comprender, no tratar de solucionar, no tratar de trabajar. El concepto taoísta del no-hacer (wu wei) es clave en la obra de Fukuoka, y con él elabora su método de cultivo: no arar, no fumigar, no plantar, no retirar la paja, no quitar la mala hierba.
No-hacer no significa despreocuparse. Significa hacer muy poco, y sobre todo constancia y observación. Observar que si no retiro la paja, se descompone, nitrogena, oxigena y nutre el suelo creando mantillo, con lo que no es necesario arar. Observar que si no retiro la mala hierba, tendré menos plantas que den grano, pero las que tenga serán las más fuertes y darán más grano. Esto no son sólo bonitas palabras. Como toda la filosofía oriental, la aplicación práctica es consustancial…»
La simplicidad es un punto de llegada.