El café de Abril.

¿Qué pasa, para que dejes, tanto tiempo, un espacio?

Que dejé de escribir para afuera y lo hice para mí.

He llenado cientos de hojas, he sacado miles de palabras,

me he hecho cientos de preguntas.

Dejé de sentirme cómoda compartiendo y

me volví invisible, a ratos, hasta para mí misma.

Empecé a pensar en quién leía y

me corté las alas.

Decidí ser honesta en el camino y

eso me impedía hacerlo público.

Y finalmente, me desconecté de este espacio.

El que era mi refugio, se convirtió en desconocido.

Y ahora, de la misma forma que salí,

he vuelto,

sin darme cuenta.

Namaste.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s