El Café de Febrero

Enero, como principio de ciclo,  ha sido mucho más intenso de lo que esperaba. Las cosas han ido sucediendo poco a poco, imperceptiblemente hasta que ayer encajó y se precipitó todo.

Llevo tiempo sufriendo un fuerte bloqueo creativo. La toma de consciencia que me ha aportado el Taller ha tenido esa consecuencia. Mi nivel de autoexigencia, mezclado con los nuevos conocimientos y la sensación de no tener nada sobre lo que escribir me ha dejado seca.

Pero tras las dos últimas clases una nueva lucecita ha ido naciendo en mi cabeza, una idea cogida con pinzas, la sensación de tener algo claro pero aún sin forma definida.

Y creo que sé lo que es. Ha llegado el momento de hacer alquimia.

Tengo que verter a Jara en mi interior, dejando que todo lo bueno que me ha aportado y he aprendido se funda conmigo y recuperar el protagonismo.

Siento que es el momento de hacer un acto de valentía y mostrarme en primera persona.

Escribir y fotografiar sin condicionamientos.

Y fluir, mostrarme sin miedo, ser espontánea y avanzar.

 

Nota: Este es uno de los post que escribí en privado, una reflexión que no esperaba ver la luz, con la vuelta al blog en septiembre decidí publicar los cafés tal cual estaban, para dar coherencia a mis reflexiones en el tiempo. La foto de esta entrada es de mi querida Inma.

 

 

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