«No sé si estaba viva el tiempo que no recuerdo»
Naranjalidad
Es un pensamiento que me aterra y serena a la vez.
Me da miedo pasar por mi vida de puntillas y me calma pensar, que, en mi dulce amnesia, he sufrido menos.
Llevo tiempo bailando la ambigüedad de no mostrarme completamente.
Eso sí que me da miedo.
Primero tendría que derribar los diques internos y confiar.
Verme.
Dejarme ver.
Aceptar.
El error y el acierto.
Lo terrenal y lo sagrado.
La miseria y la abundancia.
La mediocridad y la excelencia.
El vacío y la plenitud.
Que este camino es uno de tantos,
pero es.
Y en él se produce mi viaje de vida.
¿Me atrevo a soltar?