«No sé si estaba viva el tiempo que no recuerdo»

«No sé si estaba viva el tiempo que no recuerdo»

Naranjalidad

Es un pensamiento que me aterra y serena a la vez.

Me da miedo pasar por mi vida de puntillas y me calma pensar, que, en mi dulce amnesia, he sufrido menos.

Llevo tiempo bailando la ambigüedad de no mostrarme completamente.

Eso sí que me da miedo.

Primero tendría que derribar los diques internos y confiar.

Verme.

Dejarme ver.

Aceptar.

El error y el acierto.

Lo terrenal y lo sagrado.

La miseria y la abundancia.

La mediocridad y la excelencia.

El vacío y la plenitud.

Que este camino es uno de tantos,

pero es.

Y en él se produce mi viaje de vida.

¿Me atrevo a soltar?

Sessha.

Hace tanto tiempo,

que he mudado la piel.

Desconfié y me perdí.

Me cubrí de miedo y de inseguridad.

Me desdibujé.

Y me convertí en alguien, que no era.

Y, a la vez,  pasó todo lo contrario.

Confié y me encontré.

Desnudé mi alma.

Me miré y me ví.

Y descubrí: que quién soy, es inmutable.

Naturaleza

Fuera, en mis macetas, puedo ver cómo se suceden las estaciones.

Ciclos de hojas, flores de temporada y eventos, que espero ansiosa todo el año, como las flores que nacen para mi cumpleaños.

Cada una de las plantas, me conecta con personas. Los tulipanes, que vinieron desde Holanda, con Natalie, las crasas, del taller de Sofía, los lirios, de mi suegro.

O con momentos. La jardinería acompañada,  de mi madre, de mi hija, de mi perra.

Tiempo después, he descubierto, que ha sido y es, mi primera forma de meditación.

La tierra, el lugar, al que puedo volver siempre, que me conecta, y equilibra.

Porque la Naturaleza sucede en el presente.

Namaste.

 

 

Belleza.

La belleza me acompaña para volver.

Si volvemos de la mano no estoy sola.

Si está a mi lado me sirve de excusa.

Cuánto tiempo ausente.

Ausente de un espacio tiempo concreto.

Cuánto tiempo contenida.

Presente en el presente.

Marchitando capas adheridas a mi piel.

Depurando un largo ciclo.

Esperando paciente su llegada,

el momento de vuelta,

ya que,

nací en plena primavera.

 

 

Namaste.